Una mañana despertó vacio sus ojos estuvieron fijos en la nada su boca un mal gesto dibujaba y sus pies ya no le respetaban. Una mañana ya no era él se despertó y de mí no se acordaba me atemorice, no dije nada un nudo en mi garganta se formaba. Una mañana lo llamó Alzheimer y prefirió irse con él sin titubear al regresar ya no era el mismo. Lo vi caminar sin rumbo, hablar con su sombra llamar a sus muertos vivos y enterrar a sus vivos en el profundo mar de su memoria. Sólo yo lo miraba cuando podía cuando mis ojos no se nublaban yo lo veía con tristeza yo lo despedía y él no lo notaba prefirió olvidar e irse de viaje con Alzheirmer.
Otra parte de mí, mis ideas desde otro punto de vista pero aún así, mis ideas.